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Solo el 18% de personas diagnosticadas con hepatitis B y C realizan tratamiento

Un 18 por ciento de las personas diagnosticadas con hepatitis B y C, los tipos de la enfermedad que pueden dañar progresivamente el hígado, recibe tratamiento, por lo que especialistas advirtieron sobre la necesidad de prevención y acceso gratuito a esa asistencia, que está contemplada en la nueva ley integral, en el marco del Día Mundial de las Hepatitis Virales que se conmemora cada 28 de julio.

Las hepatitis B y C son las que evolucionan a la cronicidad (persisten por largo tiempo y dañan de manera progresiva al hígado) derivando en cirrosis, cáncer o insuficiencia hepática y se estima que solo entre 15 y 18% de las personas que tienen ese diagnóstico se tratan.

«Cientos de miles de argentinos vienen cargando durante años con una bomba de tiempo en su organismo sin saber que va generando daños irreversibles y que pone en riesgo su vida», explicó a Télam Rubén Cantelmi, quien tuvo hepatitis y hoy preside la Asociación Buena Vida.

La hepatitis viral es una infección que causa inflamación y daño al hígado y la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que hay alrededor de 500 millones de personas en el mundo con algún tipo de hepatitis, es decir, 1 de cada 12.

Telam SE

De acuerdo a datos del Ministerio de Salud, el 50% de quienes tienen hepatitis crónica desconoce su diagnóstico por ser una enfermedad que no presenta síntomas específicos, sino cuando se encuentra en un estadio avanzado.

Ley nacional

Argentina cuenta con la ley nacional número 27.675 de respuesta integral al Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) que sancionada por el Senado el pasado 30 de junio.

La nueva norma contempla un abordaje integral desde la salud colectiva, busca brindar contención e información para derribar prejuicios y situaciones de discriminación, además de promover campañas para prevención y detección.

«La ley es un antes y un después en la historia de la respuesta integral a las hepatitis virales», explicó a Télam María Eugenia De Feo Moyano, presidenta de la Fundación HCV Sin Fronteras, que junto con la red federal de organizaciones de sociedad civil y referentes de todo el país redactaron el capítulo de la ley centrado en hepatitis.

De Feo Moyano remarcó que «es la primera vez» que hay una legislación para la hepatitis que «no solamente garantiza el acceso gratuito al diagnóstico y tratamiento sino que promueve que se amplíen las campañas de información, prevención y detección».

«Veíamos que las dificultades que tenían las personas con hepatitis crónica eran similares a las de las personas con VIH antes de que existiera la ley de los años 90 (Ley Nacional del Sida nro.23.798) en cuanto acceso al diagnóstico y tratamiento», puntualizó.

En este sentido, detalló que en la normativa recientemente aprobada se incluyó las hepatitis en los programas de VIH porque «comparten la logística de acceso a análisis de cargas virales» y porque «el 40% de las personas con VIH pueden estar infectadas con hepatitis C».

De Feo Moyano hizo hincapié en la importancia de la detección temprana ya que para la hepatitis C hay un tratamiento con antivirales que permite alcanzar en tres meses «lo que se llama la cura funcional (el virus está presente en el cuerpo pero no está activo por lo que frena el deterioro en el hígado), que en el 98% de los casos es 100% efectiva.

Según la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE) la hepatitis C, que se transmite a través de la sangre al compartir agujas o jeringas con personas infectadas, hacerse un tatuaje o piercing con material no descartable o al tener relaciones sexuales sin preservativo u otro método de barrera, es una de las causas más comunes de enfermedad hepática crónica en todo el mundo.

Las personas que recibieron transfusiones antes de 1994 también pudieron haber estado expuestas al virus, ya que se desconocía en ese momento.

«Con la ley le pedimos a los médicos que ofrezcan el test en la atención primaria, porque si no tenés síntomas no vas a consulta», indicó De Feo Moyano.

Es por eso que Cantelmi insistió en llevar a cabo estrategias en el sistema de salud para buscar a un paciente que fue diagnosticado durante algún contacto con una institución. «En el 60 por ciento de los pacientes entre el diagnóstico y el tratamiento pasan entre 10 y 15 años», advirtió.

La propuesta consiste en que los distintos servicios de hepatología, gastroenterología o infectología revisen entre sus archivos aquellas historias clínicas de pacientes que recibieron el diagnóstico pero no volvieron a la consulta para tratarse y curarse.

«A veces se detectan en los bancos de sangre y no están los datos suficientes para poder vincular a la persona al sistema de salud, es decir, no se le pudo informar o no volvió a la consulta», reconoció la presidenta de la Fundación HCV Sin Fronteras, quien manifestó que también hay falta de información sobre los tratamientos.

La especialista contó que antes los tratamientos «eran peor que la quimioterapia, con muchos efectos adversos y despertaban enfermedades que estaban dormidas, por lo que la persona no quería hacerlo», además de que algunas prepagas no los cubrían.

Pero desde 2015 «son efectivos, sin efectos adversos» y la nueva legislación contempla la atención a las enfermedades derivadas, por lo que permite el acceso a medicamentos y atenciones.

Con respecto a la hepatitis B, es prevenible con una vacuna que se aplica a los recién nacidos, y desde 2012 la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (Dinacei) recomienda la inmunización universal a todas las personas desde los 11 años con un esquema de 3 dosis.

La SAHE destaca que el virus de la hepatitis B es cien veces más infeccioso que el VIH con alto riesgo de contagio después de una exposición.

«La persona vacunada no va adquirir el virus, el problema es la población no vacunada porque la hepatitis B se transmite sexualmente y las personas embarazadas transmiten el virus al bebe; no hay cura pero hay tratamiento es de por vida», precisó De Feo Moyano.

En tanto, la ley prevé el acceso a derechos sociales, como a una jubilación anticipada o pensión no contributiva en los casos de las personas que fueron diagnosticadas en un estadio avanzado de la enfermedad y no pueden seguir trabajando.

La eliminación de las hepatitis virales es un compromiso asumido por Argentina en la 69º Asamblea Mundial de la Salud de 2016, junto a 139 Estados miembros.

FUENTE: Télam

Cuidar el final de la vida: cómo el país se coloca a la vanguardia con la Ley de Cuidados Paliativos

Claves de la flamante norma y el concepto de «dolor total». Hoy solo el 10% de las personas que lo necesitan accede a una atención interdisciplinaria. La historia del casamiento de pacientes en el Clínicas.

Por: Luciana Rosende

«Así como hay equipos que se encargan de cuidar los nacimientos, con obstetras, neonatólogos, también tiene que haber equipos que se encarguen de cuidar el final de la vida», reflexiona María Julia Aparicio, médica coordinadora del Centro Universitario de Tratamiento del Dolor Crónico y Cuidados Paliativos del Hospital de Clínicas, para dar cuenta de la necesidad de visibilizar y generalizar el acceso a esos cuidados que la medicina –desde distintas disciplinas– puede dar a quien transita sus últimos días. Y también a sus familias.

La reciente sanción de la Ley Nacional de Cuidados Paliativos va en ese sentido. Y, según Aparicio,

«pone a la Argentina a la vanguardia en la atención de personas con enfermedades crónicas avanzadas».

Hasta ahora, sólo acceden el 10% de las personas que los necesitan. ¿Por qué? «Por desconocimiento. Porque nos cuesta mucho plantear algo que a todos nos va a suceder: que vamos a fallecer. Los cuidados paliativos son una mirada interdisciplinaria donde encontramos médicos, trabajadores sociales, psicólogos, psiquiatras, que hacen un abordaje para poder acompañar a los pacientes, y sus familias, con enfermedades avanzadas cuando el objetivo no es la curación, sino mejorar la calidad de vida el tiempo que sea».

«La medicina no sólo tiene que ocuparse de curar. También, de asistir a las personas que no podemos curar y tenemos que acompañar en una enfermedad que quizás termine con su vida. Ayudar a vivir con la mejor calidad de vida posible, que no está dada sólo por cuestiones estrictamente médicas, sino por cómo esa persona se posiciona respecto a aquello que le está sucediendo. Y cómo posiciona a su red», señala Sergio Grosman, presidente del área Psicoterapias de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA).

Para el psiquiatra, «es demasiado pedirle a la gente que pueda pensar en su propia muerte. Hay personas que dicen ‘sé que no voy a salir, quisiera ordenar mis cosas’, pero no es la mayoría. Y algunas enfermedades son tan debilitantes que cuando llegan al estadio terminal no siempre está la capacidad de pensar su situación. Por eso tratamos de centrarnos en que ahora la persona está viva y cada día es una oportunidad. Pensar cómo lo va a aprovechar, con quién, qué quiere hacer dentro de lo que puede. Centrarse en el presente».

Foto: Nicolás Aguilera / AFP

Cumplir deseos

Por su trabajo en el Hospital de Clínicas –pionero en esta área, al contar con el primer Comité de Bioética en un hospital público en Argentina– Aparicio vivió de cerca múltiples situaciones emocionantes en esos últimos días. Incluso alegres. «Tuvimos varios casamientos de pacientes, los organizamos en el servicio. Por ejemplo, una pareja de 40 años, él nunca le había propuesto matrimonio. Organizamos la ceremonia, vino el capellán del hospital, participaron los hijos. Son momentos de profunda alegría y muy emocionantes en medio de todo», describe.

Los cuidados paliativos, detalla Aparicio, apuntan a «que el paciente no tenga dolor, que los síntomas físicos estén controlados, la angustia, el insomnio. Trabajamos en el concepto de ‘dolor total’. El sufrimiento tiene muchas dimensiones. Una es la espiritual: ‘por qué a mí’. Y la social: a veces son sostén de familia que ya no pueden llevar plata a la casa y eso pesa. Necesitan saldar una deuda, organizar una despedida, hacer un cierre».

La complejidad del asunto se potencia cuando se trata de niños y niñas, para quienes hay equipos pediátricos de cuidados paliativos. «Intentamos cuestiones pendientes, gustos. Si logramos que suceda, cumplimos el objetivo», destaca Aparicio. Por ejemplo, un paciente fanático de Boca a quien no solo se le consiguió la camiseta, sino también la visita de un jugador que admiraba. «De esas cosas nos nutrimos», plantea la médica.

«El rol de salud mental en esto tiene que ver con ayudar a posicionarse al paciente y a la familia. Están inundados de dolor. A veces una función importante es sentarse a conversar sobre cómo se van a organizar. La dignidad en estos cuidados puede pasar por algo tan simple como quién me ayuda a bañarme, a hacer algo que antes hacía solo. El que lo sufre se siente abrumado y la familia responde como puede. Sentarse a organizar quién y cómo es una primera función», apunta Grosman. No menos importante es que si alguien de la familia asume el rol de cuidador principal, también sea contemplada su contención y apoyo.

«Lo fundamental es que la ley y los cuidados paliativos se conozcan. Quitarles el manto negro. Si pienso que están para mejorar la calidad de vida del paciente en la etapa que le toca, el miedo y preconcepto se tiene que ir. Se va a llegar a que se cree la necesidad de que sean accesibles para todos», anhela Aparicio. Grosman acota:

«Hay una necesidad de pensar en que la muerte existe y que como sociedad tenemos que ayudar a que la enfermedad que no se cura sea vivida de la forma más digna posible”. «

  • De avanzada. La ley fue aprobada con un solo voto en contra, de López Murphy.
  • Formación. Promueve la capacitación profesional de grado y posgrado, así como a la investigación en cuidados paliativos. “Hoy hay muy pocos equipos formados”, destaca Aparicio.
  • Información. Las prestaciones del “Programa Nacional de Cuidados Paliativos” para pacientes con enfermedades crónicas o degenerativas deben implementarse desde el momento del diagnóstico, en efectores de salud o en domicilios particulares, por prescripción médica. Las personas tienen derecho a asistencia psicológica permanente y a información continua sobre su condición.
  • Elección. Los pacientes podrán aceptar o no procedimientos de hidratación o alimentación “cuando produzcan como único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible o incurable”.

FUENTE: Tiempo Argentino

Uso del cannabis para la epilepsia refractaria: el 87% de los pacientes redujo sus convulsiones

La cifra surge de un relevamiento de farmacovigilancia realizado en pacientes de 13 instituciones que recibieron durante 6 meses una terapia coadyuvante con Convupidiol, el primer fármaco a base de CBD aprobado por la ANMAT, para la epilepsia refractaria.

El cannabis está cada vez más presente en la sociedad argentina. Avanzan leyes que lo regulan, universidades dictan carreras sobre él, y la medicina ya lo toma (casi) definitivamente como un aliado. Un informe sobre la efectividad del primer medicamento a base de CBD aprobado por la Anmat para tratar la epilepsia refractaria parece confirmar esa decisión: el 87% de los pacientes redujo sus convulsiones.

“El cannabidiol logró mejoría en pacientes que no respondían a otras alternativas terapéuticas”, considera el doctor Diego Sarasola, especialista en neuropsiquiatría y director médico del laboratorio Alef Medical Argentina. La nueva información disponible se desprende de un análisis reciente realizado en 13 instituciones médicas de Argentina referentes en la especialidad.

Aunque se trató de un estudio de farmacovigilancia –para la detección y evaluación de posibles efectos adversos de un medicamento– permitió observar efectos positivos del cannabidiol, una de las principales moléculas derivadas de la planta de cannabis, en personas que padecen epilepsia refractaria, aquellas que no responden al tratamiento con los fármacos conocidos y las dosis indicadas.

Fueron 93 las y los pacientes implicados recibieron durante seis meses Convupidiol, el primer medicamento a base de CBD o cannabidiol aprobado por la Anmat, desarrollado por el laboratorio Alef Medical Argentina. Durante este período, los médicos involucrados llevaron un control de los eventos adversos y de la frecuencia de las convulsiones.

Ahora, en el marco del Día Internacional del Síndrome de Dravet, establecido el 23 de junio para sensibilizar y dar a conocer las particularidades de este tipo de epilepsia que requiere de un control especializado, presentaron los resultados, y los calificaron como “contundentes”. El 87 por ciento de los participantes redujo sus convulsiones; un 7% no tuvo diferencias y solo un 2% aumentó sus crisis. El mínimo porcentaje restante abandonó la medicación. “El siguiente dato auspicioso es que los pacientes con respuestas favorables tuvieron una reducción en promedio de un 60 por ciento de sus episodios, llegando al ciento por ciento en algunos casos”, agregaron.

En cuanto a la seguridad del medicamento, “los efectos adversos fueron esporádicos y leves, como irritabilidad o diarrea, y estuvieron dentro de lo esperado. Los resultados también reafirman la indicación del cannabis farmacéutico para el síndrome de Lennox-Gastaut y en convulsiones refractarias secundarias a esclerosis tuberosas. Estas son las tres especificaciones de la aprobación de la Anmat”.

A diferencia de otras investigaciones, el seguimiento se realizó con menores y adultos. Este punto abre una perspectiva para las personas mayores de edad con este diagnóstico, ya que hasta el momento el uso del cannabis en epilepsia estaba focalizado especialmente en niños.

“Hoy puede decirse que el cannabidiol constituye una alternativa terapéutica en algunos pacientes donde no se lograba el control de sus crisis. Es decir, tiene efectos positivos probados en pacientes que no habían obtenido mejoría con otras alternativas disponibles”, resume Sarasola.

Las virtudes del CBD

Sobre su administración, Sarasola agrega que “hay actualmente racionalidad para pensar el cannabis farmacéutico como un agregado a otras medicaciones anticonvulsivantes. La acción anticonvulsivante no es conocida del todo pero estaría mediada por el sistema endocannabinoide -un mecanismo descubierto recientemente que está presente en todo el organismo y regula una gran cantidad de funciones del organismo- y que reduciría la hiperexcitabilidad neuronal”.

Más allá del estudio, las autoridades recalcaron que es fundamental para un tratamiento médico utilizar exclusivamente un cannabis de calidad farmacéutica, que garantiza buenas prácticas de manufacturas y estabilidad en sus fórmulas, con ausencia de impurezas y sustancias degradantes. “Dos condiciones fundamentales en productos medicinales –resume Sarasola–, además en los desarrollos con esta calidad es posible contar con la certeza sobre la dosis exacta de CBD de su contenido, dado que el efecto terapéutico dependerá de la adecuada concentración de esta molécula”.

Al mismo tiempo, tienen asegurados porcentajes extremadamente bajos de THC, con lo cual se avala la ausencia de efectos psicoactivos y sus riesgos por el uso en niños. Convupidiol presenta 100 miligramos por mililitro de CBD de máxima pureza y también cuenta con certificación GMP -good manufacturing practices o buenas prácticas de manufactura-, emitida por la autoridad europea competente.

“Los aceites artesanales, en cambio, pueden perseguir un objetivo de mejorar la calidad de vida, pero no cumplen con los requisitos de eficacia de un fármaco”, sostuvo la médica británica Helen Cross, presidente de la Liga Internacional contra la Epilepsia, durante el congreso de 2020 de esta especialidad.

“El cannabis de uso farmacéutico no debe estar disociado de cualquier otra molécula. Esto implica evidencia médica de calidad y uso para indicaciones claras y precisas”, mencionó Patricia Saidón, médica especialista en neurología y miembro del Comité Central de Ética en Investigación de la Ciudad de Buenos Aires.

El cannabis no es solo una novedad auspiciosa en el tratamiento de las epilepsias más difíciles. Se amplía a otras facetas que ayudan a la calidad de vida de la persona. “Hay estudios e indicios –concluye Sarasola– que muestran un escenario prometedor sobre otras patologías y síntomas, como algunos tipos de dolor”.

FUENTE: Tiempo Argentino

No te quemes: el planeta también necesita que cuides tu salud mental

No sólo perdemos océanos y bosques. La crisis climática y ecológica también daña nuestra salud mental. Y tiene nombre: eco ansiedad. ¿Por qué tenemos que hablar más sobre esto y qué podemos hacer para no quemarnos y promover activismos sanos?

Abro los ojos. En un acto cuasi instintivo agarro el celular y apago la alarma. Me levanto, preparo el desayuno y hago un breve repaso de las noticias del día. Otro incendio en la Patagonia. Otro ecosistema en estado crítico. Otra ley frenada por los intereses de una minoría vuelve a foja cero y pierde estado parlamentario.

Voy a Instagram para despejarme un rato y ahí tampoco el panorama es alentador. Colapso. Extinción. Fin del mundo. Las palabras retumban y de a poco siento como mi cuerpo se tensa. Trato de recordar cuántos años dicen los científicos que nos quedan y la mente se me pone en blanco. ¿Eran veinte, diez, cinco? ¿Estamos a tiempo de hacer algo o de verdad será demasiado tarde? Sigo viendo historias, me hago preguntas e inevitablemente me angustio.

“Como ciudadanía es muy doloroso ver que los negocios valen más y que, aunque no haya consenso social, se siga adelante con este modelo de (mal) desarrollo. Yo soy muy positiva y comunico siempre desde un lugar de amor, tratando de convocar a que hagamos cosas, pero fin de año me devastó. Terminé el 2021 con muchísima angustia y con una sensación real de que lo que hacía no servía para nada”, me cuenta Maria Natalia Mazzei, activista ambiental, abogada y creadora de contenido en @ecointensa, y hago eco de su desazón.

Lo que nos pasa a muchos tiene nombre: eco ansiedad. Así llama la Asociación Americana de Psicología al miedo real y concreto a un posible escenario de cataclismo ecosistémico. Si bien no se lo clasifica como un trastorno de salud mental diagnosticable, lxs profesionales coinciden en que los efectos de la crisis climática y ecológica son reales y pueden generar miedo, tristeza y desesperación, especialmente en las generaciones más jóvenes.

Los resultados de una encuesta realizada en 2021 a más de 10 mil jóvenes de 10 países de entre 16 y 25 años a cargo de la Universidad de Bath y la organización Avaaz son contundentes: el 60 por ciento afirma sentirse preocupadx por la situación actual del planeta y más del 45 por ciento ve su vida diaria afectada por el temor e incertidumbre en relación al futuro sobre la Tierra. El estudio revela que existe un vínculo directo entre los niveles crecientes de ansiedad y la falta de políticas climáticas concretas.

“Esto muestra que la eco ansiedad no se debe sólo a la destrucción ambiental, sino que está indefectiblemente ligada a la inacción de los gobiernos en relación al cambio climático. Los jóvenes se sienten abandonados y traicionados por los gobiernos”,

Caroline Hickman

dice la doctora e investigadora Caroline Hickman en una entrevista con la BBC News.

Hickman es psicoterapeuta de la Universidad de Bath, se especializa en psicología del clima y trabaja con infancias y adolescencias en escuelas. “Lo que más les genera ansiedad es cuando nadie les habla sobre el tema. Un 48 por ciento manifestó sentirse ignorado por otras personas”, añade y señala la necesidad de ser honestos y generar espacios de escucha donde lxs jóvenes puedan hablar abiertamente sobre sus emociones.

Desde el Royal College of Psychiatrists, institución que trabaja la eco ansiedad en Reino Unido, resaltan la importancia de nutrir los lazos comunitarios, forjar redes activistas y tomar pequeñas acciones locales que permitan conectar con la naturaleza y bajar los niveles de angustia. Advierten que la sobrecarga de información puede ser contraproducente y sugieren tener momentos de ocio y desconexión.

La salud mental importa y todavía está atravesada por tabúes y estigmas. Vivimos en un mundo en emergencia climática, pero también vivimos en un mundo donde la depresión afecta al 5 por ciento de la población adulta y eso no es un dato menor. No todxs procesamos los estímulos y acontecimientos de la misma manera (¡ni al mismo tiempo!) y eso no implica desinterés o indiferencia.

Nadie es más o menos (o peor) activista por elegir tomar un descanso y esquivar la bala del “burn out”. Urge repensar las prácticas de cuidado individual y colectivo y entender que la sustentabilidad y la construcción de un mundo menos violento y más justo también pasan por aprender a cuidarnos y a tejer vínculos más sanos con nosotrxs mismxs.

No se trata de negar la realidad o de caer en falsos positivismos. Se trata de resignificar las narrativas de la crisis climática y ecológica desde la empatía y la inclusividad comprendiendo que la terapia del shock a largo plazo desgasta y complejiza aún más las luchas que internamente llevan adelante quienes padecen trastornos de salud mental.

La propuesta no es mirar hacia el costado o ser tibixs. Muy por el contrario: la invitación es a abrir bien los ojos y a activar desde el deseo intrínseco de cambiar las cosas y no desde la parálisis y el miedo al colapso. El ecocidio es real y el momento es ahora pero, ¿qué mundo vamos a salvar si nos perdemos en el camino?

“La forma que encontré de lidiar con la angustia en ese momento fue ponerme a sembrar. Tengo un pequeño jardín en mi casa y un día fui al vivero, compré plantines y trabajé en un rincón de tierra. Lo sentí súper simbólico y sanador. Ecoinstensa como espacio de comunicación también es una forma de canalizar la eco ansiedad, transmutarla y convertirla en algo mejor”, dice Natalia y me recuerda que a veces el puntapié inicial no está en el ojo de la tormenta, sino más bien ahí, en el latido de lo simple y cotidiano.

FUENTE: Cosecha Roja

Por Carla Gago

Cambio de paradigma: el cannabis medicinal puede proteger las neuronas

Médicos especialistas coincidieron en señalar la efectividad de los tratamientos a base de THC y CBD para pacientes mayores de 65 años y los cuadros de Alzheimer.

Los compuestos de cannabis medicinal pueden “reducir el gasto en medicamentos de los pacientes gerontológicos con patologías crónicas”, indicó el médico Nicolás Di Biase. Foto Eliana Obregón.

Médicos especialistas en cannabis medicinal destacaron que “el paradigma del ‘cannabis quema neuronas’ está cambiando a ‘el cannabis puede hasta proteger neuronas’” y, específicamente en el caso del Alzheimer, los cannabinoides presentes en la marihuana “actúan sobre todos los objetivos del tratamiento (farmacológico convencional) de la enfermedad”.

Los beneficios del cannabis medicinal en enfermedades propias de los adultos mayores, en especial los cuidados paliativos, el tratamiento del dolor y las demencias fue uno de los ejes temáticos abordados en las diferentes charlas y conferencias de la segunda Expo Cannabis que concluye este domingo en La Rural.

“El uso de cannabis tiene una potencial utilización muy importante sobre todo en esta etapa de la vida, en la tercera edad”, dijo el médico clínico e integrante de la Red de Profesionales para el estudio del Cannabis (Reprocann), Nicolás Di Biase, durante la conferencia “Tercera edad y cannabis medicinal”.

Es que el paciente gerontológico se caracteriza por “una alta prevalencia y acumulación de enfermedades crónicas” que a su vez redundan en una “polimedicación o polifarmacia”, todo lo cual se traduce en “un alto gasto económico en salud” que coincide con una etapa de “reducción de ingresos, muchas veces, cuando la persona se jubila”.

“Cuando uno llega a 65 o 70 años, habitualmente acumula hipertensión, diabetes, artrosis, diferentes problemáticas crónicas que hacen que la calidad de vida se vea deteriorada”, manifestó.

“Pero además existe este problemón que es que yo tengo una persona cuyo hígado, riñones e intestinos tienen 80 años y aun así está tomando 12 medicamentos: es una lógica que no cierra muy bien”, agregó.

Por eso, “cuando hablamos de que el cannabis puede ayudarnos a reducir la cantidad de medicamentos, es algo positivo para este grupo etario”, tanto en términos de calidad de vida como de reducción del gasto en medicamentos.

Además, durante esta etapa de la vida, “también se generan algunos cambios en el sistema endocannabinoide”, conformado por receptores cannabinoides endógenos involucrados en una serie de procesos fisiológicos -como el apetito, el dolor, el humor- que sufren “una disminución importante a partir de los 65 años” y que pueden ser estimulados exógenamente con el uso de cannabis medicinales.

“El paradigma del ‘cannabis rompe y quema neuronas’ está cambiando a ‘el cannabis puede hasta proteger neuronas’ porque puede evitar que se oxiden tan rápido y las neuronas oxidadas generan demencia”, dijo.

Adicionalmente, Di Biase apuntó que “el cannabis es una herramienta superadora no farmacológica -en el sentido sintético de la palabra-, para el manejo de problemas de salud frecuentes y de difícil control en adultos mayores”, tales como el dolor crónico, el insomnio y la excitación psicomotriz propia de los estadios avanzados de las demencias.

“Hoy podemos encontrarnos con tres variantes o quimiotipos de cannabis con diferentes perfiles de respuesta: los ricos en THC (tipo 1), los ricos en CBD (tipo 3) o con fórmula balanceada entre ambos (tipo 2)”, explicó.

Las variantes con más THC funcionan bien como “relajante muscular” y es un psicoactivo con beneficios para “el paciente con deterioro cognitivo”, mientras que “el antisicótico bien claro de los fitocannabinoides es el CBD, un gran potencial contra la ansiedad, la excitación psicomotriz y la demencia”.

“Ambos funcionan contra los vómitos y el sedativo es sobre todo el THC, pero los dos tienen implicancias antagónicas sobre los procesos cardiovasculares: unos causan bradicardia (poca frecuencia cardíaca) y otros taquicardia”, agregó.

Por eso, “la dosificación es altamente individual y requiere titulación”, es decir, ir de mayor a menor, registrando los efectos hasta encontrar la dosis adecuada.

Y aunque “la principal aplicación que tiene en el mundo el cannabis medicinal es el tratamiento del dolor crónico”, en Argentina aún no hay medicamentos fitoterápicos a base de marihuana aprobados para este uso.

“No es una indicación contemplada en el sistema de salud argentino, es decir que hoy ningún médico puede recetar un producto de cannabis que vos puedas ir a una farmacia a comprarlo”, explicó.

Añadió que “por el momento, la única aplicación contemplada es la epilepsia refractaria, pero tenemos una salida muy buena a la falta de acceso que es la de cultivar tu propio cannabis como para poder realizar tu propia medicina”.

Adicionalmente, el médico aseguró que el cannabis medicinal es “una medicación segura” con “baja tasa de dependencia, una dosis letal casi inexistente y efectos adversos leves” que, no obstante, “requiere acompañamiento médico”.

A su turno, el neurólogo e investigador Alejandro Andersson afirmó que, para el caso de las personas con Alzheimer, la investigación científica demuestra que el tratamiento con cannabis medicinal “mejora las funciones cognitivas, conductuales y musculares” que se ven alteradas típicamente en esta enfermedad.

“Los cannabinoides actúan en los procesos de señalización (celular), de dolor, de procesamiento anormal del (péptido) beta amiloide y de la proteína tau, de la neuroinflamación, de la excitotoxicidad, del estrés oxidativo, de la disfunción mitocondrial: todos objetivos del tratamiento de la enfermedad de Alzheimer”, dijo Andersson, quien dirige el Instituto de Neurología de Buenos Aires (INBA).

Pero además, el cannabis medicinal “modula la neurotransmisión, mejorando la sinapsis entre las neuronas y, por lo tanto, mejora la memoria”.

“También los trastornos de conducta son mejorados en particular por el CBD y hay muchos trastornos de conducta en la enfermedad de Alzheimer”, apuntó.

Además, el cannabis tiene un efecto benéfico sobre el sueño que es importante que sea de calidad para no facilitar la progresión de la enfermedad: “El CBD mejora el sueño REM profundo y el THC disminuye las pesadillas y facilita la conciliación rápida”.

Además, el CBD “disminuye la sarcopenia” propia de los adultos mayores que se ve acentuada en los pacientes con Alzheimer, “porque protege y previene la pérdida de masa muscular”.

“Dirigirse al sistema endocannabonoide es una estrategia sumamente prometedora para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer”, concluyó.

FUENTE: Télam

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Una pyme comenzó a cultivar legalmente cannabis junto al INTA

«Se realiza en invernáculos de alta tecnología bajo los máximos estándares en materia de bioseguridad», aseguran desde Pampa Hemp, la empresa que escogió una especie con una variedad genética con alto contenido de CBD y que promete proyectarse al mundo.

Una pyme comenzó a cultivar legalmente en Buenos Aires cannabis medicinal junto al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
Una pyme comenzó a cultivar legalmente en Buenos Aires cannabis medicinal junto al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), constituyéndose en una de las primeras experiencias de producción legal para fines farmacológicos del cáñamo.

Esta asociación se produce tras la nueva reglamentación de la ley 27.350 y convertirá a Pampa Hemp en eventual pionera dentro del universo de la pequeña y mediana empresa.

El proyecto se desarrolla en la Estación Experimental de Pergamino, en el marco de un acuerdo público-privado con fines productivos y de investigación científica rubricado en enero pasado.

«Es un gran desafío y una enorme oportunidad para la Estación Experimental de Pergamino (EEA), tanto para la institución como para los profesionales que participarán del proyecto», dijo en aquel momento Ignacio Terrile, director de la EEA.

«Es un gran desafío y una enorme oportunidad para la Estación Experimental de Pergamino (EEA), tanto para la institución como para los profesionales que participarán del proyecto»(A)Ignacio Terrile, director de la EEA

Terrile explicó que el objetivo principal es el de «iniciar un proceso de generación de conocimientos de alto valor científico-tecnológico, fundamental para el desarrollo de la industria relacionada a la producción de derivados del cannabis en Argentina».

«Estamos muy entusiasmados por este camino que empezamos a recorrer junto a proveedores locales, experimentando y adaptando los recursos propios en la búsqueda de generar una ecosistema de base nacional que nos potencie como industria y nos permita proyectarnos al mundo», explicó Sebastián Tedesco, cofundador de Pampa Hemp.

El prototipo de cultivo que comenzó la semana pasada en la Estación Experimental del INTA en Pergamino, «se realiza en invernáculos de alta tecnología bajo los máximos estándares en materia de bioseguridad», informaron de la empresa.

 El proyecto se desarrolla en la Estación Experimental de Pergamino.

El proyecto se desarrolla en la Estación Experimental de Pergamino.
La variedad genética escogida inicialmente es de alto contenido en CBD y se testearán diferentes técnicas de cultivos y de extracción vegetal, con miras a obtener las certificaciones necesarias para poder exportar a diversos mercados internacionales.

En ese sentido, el empresario destacó que «los encadenamientos productivos del cannabis son intensivos en servicios basados en conocimiento, en equipamiento de alta tecnología y otras dimensiones del modelo Agrotech».

«Estamos en una etapa de experimentación, bajo nuestras condiciones medioambientales, entendiendo cuáles son los procesos más eficientes para lograr los mejores resultados en términos de volumen y calidad»

Sebastián Tedesco, co fundador de Pampa Hemp

«Estamos en una etapa de experimentación, bajo nuestras condiciones medioambientales, entendiendo cuáles son los procesos más eficientes para lograr los mejores resultados en términos de volumen y calidad, para luego pasar a una fase de mayor escala de la mano del uso de genéticas nacionales propias con las que venimos trabajando hace años», agregó Tedesco.

Según informaron, «en esta primera etapa se buscará desarrollar protocolos y un modelo de producción local de cannabis de grado farmacéutico bajo un sistema competitivo», en el marco de un proceso que involucre a empresas nacionales en la generación de las «necesidades que plantea el cultivo» en lugar de recurrir a la importación de insumos y maquinaria.

«Apostamos a incorporar saberes y tecnologías con sustento científico para el desarrollo del cultivo de cannabis que permitan obtener materia vegetal de calidad, genéticamente estable y consistente en el tiempo», afirmó Natalia Prece, coordinadora del equipo de trabajo de INTA.

«Desde Pampa Hemp, buscamos contribuir a la producción de materia prima de grado farmacéutico que devenga en aplicaciones médicas y terapéuticas, facilitando el abastecimiento de la demanda local para la elaboración de productos nacionales de calidad, accesibles, trazables y de seguridad comprobada, cuidando a consumidores, pacientes y usuarios», concluye Pablo Fazio, socio de la compañía.

FUENTE: Télam

El 75,5% de los usuarios de cannabis medicinal redujeron el consumo de fármacos

La Primera Encuesta Nacional de Personas que Usan Cannabis, que se presentó este viernes, reveló que el 75,5% de los personas que tratan algún problema de salud con cannabis medicinal logró reducir el consumo de fármacos y casi la totalidad (el 98%) aseguró haber mejorado de este modo su calidad de vida, aunque sólo dos de cada diez tuvo un médico que lo acompañara en este proceso.

El relevamiento, realizado por la revista especializada THC y el Centro de Estudios de la Cultura Cannábica Argentina (Cecca) con la Licenciatura de Historia de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), mostró que un cuarto de los usuarios de cannabis acceden a este producto a partir del autocultivo y en casi el 90% de los casos lo hicieron sintiendo miedo a ser perseguidos judicialmente al menos alguna vez.

«La gran mayoría de las personas que hacen un uso medicinal reporta que les mejoró bastante la calidad de vida y que como consecuencia de esto bajó el uso de otros fármacos», dijo a Télam el sociólogo Emiliano Flores, director del estudio e investigador de Cecca.

Al comparar este dato con los propósitos del uso recreativo, el investigador destacó que ambos grupos tienen en común «la búsqueda de bienestar, que es lo que mejor resume por qué la gente se acerca al cannabis» en general.

Es que casi 8 de cada 10 usuarios recreativos consumen marihuana para compartir un momento con amigos y por placer pero también lo hacen «para relajar», «para mejorar el ánimo» y «para relajar el cuerpo», entre otros motivos que reveló el estudio.

Respecto al escaso acompañamiento de profesionales médicos que tienen quienes hacen un uso medicinal, Flores aseguró que eso ocurre porque «hay pocos profesionales de la salud que están trabajando cannabis y porque se llega a ser usuario partir del ingreso a redes de usuarios» y no por consejo médico, a los que se acude en un segundo momento.

«Todo esto puede estar cambiando a partir de la creación del registro de autocultivadores y porque cada vez más se suman más profesionales y hoy existen cursos de perfeccionamiento y posgrado para personas del campo de la salud», dijo.

Presentado en el marco de la Expo Cannabis que comenzó este viernes en La Rural y se extenderá hasta el domingo, el informe está basado en una encuesta online respondida por 64.646 personas de entre 16 y 92 años de todas las provincias, que usaron cannabis al menos una vez en el último año.

El informe fue presentado en la Expo Cannabis que comenzó este viernes en La Rural

Entre otros datos, el estudio mostró que a pesar de que el 75% de los usuarios accede al cannabis de formas diferentes al autocultivo (48,2% lo compra, 17,2% por regalo y 8% por cultivo colectivo), a 9 de cada 10 le gustaría tener sus propias plantas.

En cuanto a los motivos que los lleva a desistir de esta idea, el 72,9% apuntó el temor a conflictos legales, con vecinos o con familiares.

En orden de importancia, los otros factores que desincentivan esta práctica son falta de espacio (9,8%), falta de semillas (9,7%) y falta de conocimientos (7,6%).

En esa línea, casi un tercio de quienes usan cannabis reportó haber tenido algún conflicto con las instituciones en virtud de este hábito y dentro de este subgrupo, el 80% fue demorado sin condena y uno de cada 10 fueron detenidos o detenidas también sin que nunca se les dictara una sentencia condenatoria.

Edades de los usuarios cannábicos

Por otro lado, cuanto más jóvenes son las personas que consumen cannabis en cualquiera de sus formas, mayor es la incidencia de los problemas legales: los centennials (16 a 24 años) son quienes más reportan conflictos que afectan al 34,55% de este grupo, seguidos por los millennials (25 a 39 años) con un 28,2%, la generación X (40 a 54 años) con un 19,4%, los boomers (55 a 70 años) con 10,3% y por último los adultos mayores con 4,5%.

La forma de acceso, por otro lado, varía con la edad, género y propósito de uso.

«Los que hacen uso medicinal son los que más autocultivan pero a su vez el autocultivo está más masculinizado y es más frecuente entre la generación X, mientras que la compra en el mercado gris es más común entre los centennials y adultos mayores», detalló.

Como podía preverse, el 82,4% de las personas que usan cannabis lo hacen principalmente de manera recreativa, mientras que el 17,6% lo consume con fines medicinales; ya sea para tratamiento de afecciones propias, de un tercero o de una mascota.

«Una de las cosas que queda en evidencia es que se trata de un fenómeno trasversal a la sociedad, porque encontramos todos los usos en todas las provincias y público de diferentes edades usando el cannabis con diferentes fines, con presencia de todos los géneros y niveles de ingreso», afirmó.

Entrecruzamiento de variables y datos

Por otro lado, el entrecruzamiento de datos sobre tipo de usos secundarios del cannabis en un gráfico demuestra que «hay una proporción importante que lo usa con dos o tres fines» e incluso hubo «entre 700 y 800 que respondieron que hacen los cuatro usos posibles» al mismo tiempo.

En cuanto a la frecuencia de uso, aumenta con la edad y entre los usuarios medicinales: ocho de cada 10 adultos mayores que utilizan cannabis lo hacen todos los días, pero el 20% de los centennials lo hace una vez por mes o una vez por año. En tanto, mientras 5 de cada 10 usuarios medicinales consumen cannabis diariamente, entre los recreativos ese porcentaje disminuye al 38,3%.

«Este es un dato interesante porque la frecuencia de uso se suele tomar como indicador de consumo problemático sin relacionarlo con otras variables, pero cuando uno ve quiénes son los que más usan, por edad resulta que son los adultos mayores y por uso, resulta que es el medicinal», dijo.

Según el sociólogo Emiliano Flores, la encuesta tiene como objetivo producir un estudio que empiece a subsanar en algo «la falta de datos empíricos»

El sociólogo explicó que la encuesta realizada entre el 11 de noviembre y 11 de diciembre de 2020 se planteó el objetivo de producir un estudio que empiece a subsanar en algo «la falta de datos empíricos».

«Cuando queríamos abordar de forma comprensiva el fenómeno del cannabis en la Argentina, nos encontrábamos con que los datos son muy pocos, tienen un enfoque epidemiológico que hace hincapié en el daño o el riesgo de tomar contacto con la sustancia y no están actualizados», señaló.

En este punto, el estudio mostró que sólo 3,3% de los encuestados considera que tiene una relación problemática con el cannabis, ya sea porque le trae problemas familiares, legales, con el estudio o efectos no deseados.

Pero 98,9 % está en desacuerdo con su prohibición «con diferentes matices», porque hay quienes están de acuerdo con la legalización de todas las drogas ilegales (31%), quienes solo están de acuerdo con regular el cannabis (38,9%) y quienes creen que la prohibición está mal pero primero hay que avanzar con educación y salud (28,9%).

FUENTE: Télam

Osde me dejó colgada y tuve que pagar por abortar

M. vive en Córdoba, pidió una IVE y la prepaga nunca le dio respuesta: tuvo que abortar por su cuenta y pagar 10 mil pesos. La Campaña y la Red de Profesionales cuentan cómo se está garantizando la IVE en la provincia y los problemas que tienen con las obras sociales y prepagas. A nivel nacional Osde y Swiss Medical, las más caras, son las que más incumplen.

Hace unas semanas, M. se enteró de que estaba embarazada. Lo confirmó a través de dos análisis de orina. Era un embarazo no deseado. Llamó a una amiga para consultarle adónde podía llamar para hacerse una interrupción voluntaria del embarazo en Córdoba capital, donde ella vive. La amiga le pasó el número de un consultorio que está conformado como cooperativa de profesionales de la salud. M. llamó y coordinó un turno.

Como cada vez que hace una consulta de cualquier especialidad, en paralelo al turno que sacó, M. llamó a Osde, su prepaga, para que le indicaran cuáles eran los pasos a seguir. “No me brindaron ningún tipo de información. Sólo me dijeron que en 48 horas me iban a enviar por correo un listado con los prestadores que realizan IVEs en Córdoba capital”, contó a Cosecha Roja.

M. se fijó en la web de Osde, donde está publicada la cartilla con profesionales de todo el país, y comprobó que la información de los prestadores que garantizan IVEs/ILEs no está en ningún lado. “ Sólo podés entrar a ver el plan materno infantil”, dice.

Ella esperó las 48 horas hábiles y nunca le llegó nada. La Ley establece que, una vez solicitada la prestación, la salud pública, la obra social o la prepaga tiene un plazo máximo de diez días corridos para cumplir con la práctica. Los días pasaron y la información nunca llegó.

M. fue a la consulta particular y pagó 10 mil pesos por la interrupción legal de su embarazo. No volvió a llamar a Osde.

“Frente a la inacción de Osde, fui a mi consulta particular. Pero soy conciente de mis privilegios: yo tengo un trabajo y dispongo del tiempo y del dinero para hacer la consulta y la práctica de manera particular, aún cuando sé que no me van a reintegrar un peso”, dice. ¿Qué pasa con las personas gestantes que ven obstaculizados sus derechos y no disponen de los medios y las herramientas que tiene M.?

Alerta obras sociales y prepagas

Lo dice la ley 27.610: las Obras Sociales y Empresas de Medicina Prepaga que integran el Sistema Nacional del Seguro de Salud, deben garantizar la cobertura integral y gratuita de las interrupciones voluntarias y legales del embarazo.

Antes también debían hacerlo en el caso de los abortos por causales, contemplados en el Código Penal desde 1921, pero la garantía era una nebulosa. En concreto: la sanción de la ley de IVE puso en evidencia las limitaciones de la salud privada para garantizar derechos.

Pocos días después de promulgada la ley, el Gobierno abrió un formulario en la Superintendencia de Salud (SSS) donde se puede denunciar a las obras sociales y prepagas que se negaron o restringieron el derecho al aborto.

El primer informe de la SSS sobre los reclamos recibidos arrojó los siguientes datos: desde la promulgación de la ley hasta el 9 de junio hubo 134 reclamos. En el 49 por ciento de esos casos, la práctica directamente fue negada. En otros casos, el reclamo fue porque hubo obstaculización. Es decir: la práctica no fue negada pero resultó complicado acceder al derecho.

Los reclamos están mayormente concentrados entre la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, que tienen el 62 por ciento del total. Las prepagas que más reclamos recibieron fueron dos de las más caras: Osde y Swiss Medical, con 11 reclamos cada una. En el caso de las obras sociales, Osecac y Ioma fueron las que más incumplieron con la ley, con 6 y 3 reclamos respectivamente.

¿Un caso aislado?

En el informe que difundió la SSS sobre las denuncias hacia prepagas y/u obras sociales, Córdoba se ubica en el cuarto lugar, después de Salta, con nueve reclamos.

En Córdoba capital, la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir aporta un dato contundente: de 860 personas que hicieron la consulta por IVE/ILE en el sistema de salud público y recibieron misoprostol, el 15 por ciento tenía obra social. Es decir: fueron a la salud pública porque en el sector privado no encontraron respuestas o no se sintieron seguras. En el 96 por ciento de los casos, la medicación la proveyó el Estado.

En la ciudad cordobesa, hay 100 centros municipales de salud pública y otros 17 provinciales. “Antes de que se aprobara la ley, las ILES se garantizaban en un 40 por ciento de esos centros municipales y provinciales. Luego de la aprobación, ya son más del 70 por ciento quienes acompañan y garantizan IVEs”, cuenta a Cosecha Roja Betiana Olearo, médica del sistema de salud público de Córdoba Capital e integrante de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir.

“En el sistema público se avanzó mucho”, dice Olearo y advierte que las mayores dificultades se dan en el sector privado. “Son menos de un tercio las instituciones privadas que cuentan con algún profesional que acompañe la IVE Y además la calidad de la práctica no es la misma a la que se accede por el sistema público”, destaca.

En muchos casos, los sanatorios o clínicas privadas no prescriben el tratamiento ambulatorio (con misoprostol) en el primer trimestre, sino que garantizan la práctica a través del método conocido como legrado o raspaje, que tiene mayores costos y que no es recomendado por la Organización Mundial de la Salud desde hace 20 años.

Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto de Córdoba coinciden con este diagnóstico. “Lo que estamos viendo en el sistema público es que hay una ampliación de equipos y profesionales para el cumplimiento de la ley y eso favorece el acceso de derechos”, dice Alejandra Domínguez.

“En cuanto a las obras sociales que hacen coberturas en hospitales privados y clínicas, hay mayores resistencias”, agrega. En esos lugares, las áreas de salud, la Red de Profesionales y la Campaña están trabajando. “Tenemos identificados clínicas y sanatorios que se han reconocido objetores de conciencia y eso no es posible. Porque quienes deben hacerlo son los profesionales, no las instituciones”, explica. Es que la ley dice claramente que todos los centros de salud pública o privada deben garantizar el derecho y en el caso de que no haya profesionales que hagan la práctica, hacerse cargo de la derivación y que la persona acceda a la IVE.

En esos casos de intento de objeción de conciencia institucional, que la ley no permite, debe intervenir el Ministerio de Salud. En lo que trabajan la Campaña y la Red es en capacitar a profesionales para ampliar la cantidad de equipos de salud que realicen la práctica.

En líneas generales, las IVES/ILES se garantizan desde el sistema público y sobre todo en las localidades y ciudades cabeceras de Córdoba.

El problema está en el norte de la provincia. “Hay pocos profesionales que garantizan el derecho. Las mujeres tienen que viajar varios kilómetros y muchas veces, como es el Estado el que envía la medicación, llega con demoras”, cuenta Olearo.

“Algunas mujeres tampoco van al centro de salud de su localidad por vergüenza, porque son pueblos chicos donde todo se sabe”, suma Dominguez. “Son situaciones que hay que trabajarlas, con información y concientización”.

La herramienta fundamental de información, acompañamiento y garantía del derecho es el 0800. Pero en muchas localidades ni siquiera está difundido. “Hay que trabajar mucho en la difusión del 0800 y cuando hay obstáculos, hay que denunciarlos”, dice Dominguez.

“En las capacitaciones surgen planteos de los profesionales que tienen que ver con sus creencias religiosas y sus posturas morales y personales. Pero también plantean un alto grado de desinformación”, dice Olearo. “Hay profesionales que no están motivados para conocer en profundidad la ley y hay otros que atienden las consultas pero sin perspectiva de derechos y dejan a quienes consultan a la deriva, no las acompañan ni contienen”, agrega.

A la ampliación de las redes en el sistema público se suman casos extraordinarios que no dejan de ser alentadores, como los de profesionales que antes de la ley eran objetores y que ahora ya no lo son. Y hace una semana la noticia de la primera IVE en un centro de salud ubicado a más de 200 kilómetros de la ciudad de Córdoba donde hasta hace poco ni siquiera había un profesional dispuesto a hacer abortos legales.

Primer 28S con aborto legal en cualquier lugar

Durante 30 años el Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito se conmemoró en Argentina desde el deseo de poder elegir sobre nuestros cuerpos gestantes. La lucha se transformó en organización y en redes cuando en 2005 nació la Campaña Nacional por el Aborto, que por 15 años trabajó para darle un marco legal a ese derecho y, junto a organizaciones como Socorristas en Red y la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir, garantizar el acceso a las Interrupciones Legales del Embarazo (abortos por causales) . En 2018 el aborto salió del closet y la marea verde ganó las calles. Este es el primer año que nuestro país transita un 28S con aborto legal, seguro y gratuito.

Todavía no pasó un año desde la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En estos nueve meses no existen aún cifras oficiales de las prácticas de IVE. El Ministerio de Salud de la Nación está trabajando en la implementación de un sistema federal de información: una aplicación en la que los efectores de todas las provincias deberán ingresar los datos de las IVES. El sistema arrojará los primeros datos oficiales de abortos realizados en Argentina.

Por ahora, los únicos datos oficiales que se conocen son los que arroja el “0800 Salud Sexual”, la línea gratuita de consulta, asesoramiento y acompañamiento. Sólo entre enero y febrero de este año, hubo más consultas que en todo 2019. En total fueron 3781.

¿Cómo se está garantizando el aborto voluntario en nuestro país? ¿Cuáles son los mayores obstáculos?

Cuando se cumplieron los seis meses de implementación de la ley de IVE, Argentina contaba con al menos 1150 centros de salud que garantizaban la práctica en todo el país. Es un número que creció -empezó con una base de 700 efectores- y que continúa creciendo a base de trabajo de concientización y capacitación en las distintas provincias. Es fundamental el trabajo que, junto a las áreas de salud sexual municipales, provinciales y nacional vienen realizando las Socorristas, la Campaña y la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir.

FUENTE: Cosecha Roja

Avanzan en el país los ensayos de la vacuna contra el VIH con 500 personas voluntarias

Lo que busca la vacuna que desarrolla el Laboratorio Janssen es la prevención del contagio mediante la inoculación de anticuerpos. En las fases preliminares mostró resultados prometedores en animales y los de la Fase 3 se conocerán en 2023. 

En el marco del Estudio Mosaico, el Equipo de Investigaciones Clínicas de la Fundación Huésped lleva adelante una experiencia de prueba de vacuna para prevenir el VIH que se encuentra en Fase 3.

La investigación se realiza en 3.800 personas de 8 países de América y Europa. En Argentina, la población a estudiar son 500 hombres cis y personas trans entre 18 y 60 años VHI negativo que tengan relaciones con hombres cis o personas de la comunidad trans.

En las fases preliminares mostró resultados prometedores en animales y los de la fase actual se conocerán en 2023.  

Radio Futura dialogó con uno de los voluntarios de nuestro país, Nicolás Ávila, quien señaló que “son varios los factores que me llevaron a querer participar”.

Una de ellas, fue “la cuestión de la curiosidad, de qué significa ser voluntario de un estudio que está en Fase 3 de una vacuna. Esto de poder prestar el cuerpo a la ciencia para estos avances”.

Lo que busca la vacuna que desarrolla el Laboratorio Janssen es la prevención del contagio mediante la inoculación de anticuerpos. En la fase actual, la mitad de los voluntarios fueron vacunados con la vacuna a prueba y el resto con un placebo, una sustancia que tiene el mismo aspecto, gusto y forma que la vacuna de prueba, pero está hecho de productos inertes y sin ningún principio activo.

Sobre el procedimiento, Ávila explicó que la vacuna tiene los efectos de adversos de cualquier otra, “no fue algo que me dio miedo. Fiebre por ejemplo no tuve, sí un poco de decaimiento, pero no más que eso”.

Hasta que termine todo el proceso de vacunación no sabemos si lo que me aplicaron fue la vacuna o un placebo”, aclaró.

El plazo de esta investigación finalizará en 2023 y cada tres meses se realiza un seguimiento a los participantes.

En septiembre tengo la aplicación de la segunda dosis; a los tres meses tengo la tercera dosis y en junio del año que viene me tocaría la última”, describió, e insistió en la importancia de la difusión de estas pruebas y de participar: La única forma de avanzar es que haya voluntarios y por eso la importancia de la difusión porque se siguen buscando voluntarios.

FUENTE: FARCO

El desafío de integrar los sistemas de salud

La ministra Vizzotti dijo que se trabaja para «reducir la fragmentación» del sistema. Los sindicatos no tienen una posición única. El sistema privado, por ahora, se opone.

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, retomó este martes los dichos de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner quien el lunes reabrió la discusión sobre la necesidad de avanzar en «unificar el sistema de salud» entre las prepagas, las obras sociales y el sector público en Argentina. Vizzotti aseguró que hay conversaciones permanentes sobre ese tema entre los distintos subsectores y el Gobierno, y que

“estamos todos trabajando en disminuir la fragmentación”.

Carla Vizzotti

El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, dijo que la idea es “establecer una lista de problemas y ver cuales se pueden resolver coordinadamente”, y su par porteño, Fernán Quirós, también manifestó su apoyo a la iniciativa al asegurar que «la complejidad del sistema de salud en Argentina merece diálogo y un camino en común». Si bien las posiciones dentro de los sindicatos y de las prepagas no son uniformes, ambos sectores están concentrados en que sus cajas no se vean afectadas, aunque todavía no tengan certezas sobre la posible unificación.

«No se trata de estatizar nada, este es un punto fundamental para entender, sino de integrar para reducir costos», aseguraron a Página/12 fuentes de la provincia de Buenos Aires que están trabajando en el tema. 

La posibilidad de que exista un sistema de salud integrado es una tarea que, si bien puede comenzar ahora, llevará tiempo y, sobre todo, un profundo diálogo entre actores que tienen intereses diversos. Sin embargo, los representantes sindicales centran sus reclamos en cuestiones de financiamiento puntuales, sin tener en cuenta la importancia de regular cuestiones que vienen sucediendo de hecho y que la pandemia dejó en evidencia.

En el caso de las obras sociales, reclaman una deuda histórica que el Estado tiene con ellas y desde las prepagas, su objetivo central en el corto plazo es que el Gobierno apruebe los aumentos para las cuotas de sus clientes. 

La pandemia, según la vicepresidenta, integró «a las patadas y a la fuerza», el sistema de salud «porque lo impuso la realidad”. En ese sentido, opinó que hay que volver a discutir algo que el instituto Patria planteó en 2019 y ella retomó en un acto también en la ciudad de La Plata a fines de 2020: «tenemos que tener la valentía y sobre todo la inteligencia de poder anticiparnos a lo que va a venir”, subrayó.

De esta manera puso sobre la mesa un tema que, según indicaron fuentes de Provincia de Buenos Aires, se viene discutiendo desde hace un tiempo. «Que ella lo mencione implica un llamado de atención acerca de que en este debate la sociedad debe participar, no debe ser un arreglo en una mesa de jugadores, porque en el medio está la salud de la población», dijeron. 

Según Vizzotti las reuniones «no solo continuaron, sino que se fortalecieron». En el marco de la inauguración en el Centro Cultural Kirchner del primer vacunatorio nacional, la ministra retomó el planteo de la expresidenta.

«Estamos todos trabajando en disminuir la fragmentación del sistema en conjunto con la Superintendencia de Servicios de Salud y del sector privado. La pandemia fue un oportunidad para entender que la salud es una sola. De toda crisis se genera una oportunidad», afirmó. 

Si bien no hay un proyecto concreto para la integración de los subsistemas, existen una serie de lineamientos que tienen como origen un informe de la comisión de salud del Instituto Patria de 2019, y que la pandemia volvió urgentes. Fuentes del gobierno bonaerense subrayaron que «el tema fundamental es que el sistema tenga un conjunto de regulaciones trabajadas, consensuadas, donde el objetivo sea brindar a la totalidad de los argentinos la misma calidad de atención, cualquiera sea el subsector en el que se atienda». 

La idea sería «ir hacia un sistema integrado de salud mixto, pero que multiplique los puentes entre los subsectores. El publico sería el organizador y tendría un rol rector», especificaron.

La importancia de avanzar con esta idea tiene que ver con dos aspectos: uno relacionado a la compra de insumos y otro al fortalecimiento del subsistema público. En relación a lo segundo, según explicaron desde PBA, en muchas oportunidades las personas que tienen medicina prepaga asisten al subsector público. Una de las propuestas es que, en estos casos, la prepaga o la obra social se haga cargo de una parte del costo que asume el Estado en esos casos, lo que denominan ‘transparentar los subsidios’. 

«Lo único que se pide es que la seguridad social y las prepagas, cuando tienen esa situación, participen del financiamiento ayudando a que el sector público se mantenga en pie. A pesar de que el sector público está organizado para los que no tienen otra cobertura, están abiertos a toda la población. Si hay un convenio formal, podría ser con un arancel preferencial, pero lo importante es que se reconozca esa atención», aseguraron desde PBA.

Por otro lado, uno de los principales problemas de todos los subsectores de salud es el costo de los insumos que muchas veces están dolarizados, como ocurre con medicamentos o vacunas. Tener un sistema articulado permitiría afrontar esas compras en conjunto y que el Estado tenga un rol más activo en esas negociaciones. «Lo que probamos con la pandemia es que tenemos que hacer todos los esfuerzos para que en temas de salud el Estado esté a disposición de todos los argentinos, como lo que pasa con la vacuna. En relación a la calidad de atención no puede haber diferencias y esto es ir al espíritu mismo de la Constitución», indicaron fuentes del gobierno bonaerense.

FUENTE: Página 12

Por: Melisa Molina